A menudo ciclistas y conductores se exponen a situaciones de riesgo por desconocimiento de las propias normas de circulación de cada colectivo.
Ciclistas y conductores ¿quién tiene prioridad?
Muchas personas se hacen esta pregunta al llegar, por ejemplo, a una rotonda. Teniendo en cuenta que gran parte de los accidentes ocurridos el año pasado entre bicicletas y vehículos se produjo precisamente en este tipo de intersección, es importante aclarar el asunto.
«Dos de cada tres conductores desconoce quién tiene prioridad en una rotonda y el 40% de ellos no sabe cómo actuar ante la presencia de los ciclistas en una glorieta.» Fuente: Europa Press
Hay que saber que, al entrar en una rotonda los ciclistas gozan de la misma prioridad que el resto de vehículos. Cuando van en grupo, al grupo se le considera como un solo vehículo, y esta preferencia se debe respetar. Es decir, la preferencia durará desde que el primer ciclista el grupo entra en la rotonda hasta que sale el último.
¿Cuál es la base del problema de convivencia entre ciclistas y conductores?
Preguntamos a Eugenio Martín, Responsable de Programas y Seguridad Vial en Fundtrafic sobre el origen de los malentendidos que a menudo se producen entre ciclistas y conductores.
«Existe un problema de educación y de respeto. Además de esto, también hay una carencia de base en cuanto a formación y conocimientos sobre las normas: los conductores de los coches no conocen las normas de los ciclistas y viceversa; y lo que es peor, a veces cada colectivo desconoce normas que les atañen a ellos mismos. Por ejemplo, existirán ciclistas que desconozcan que la velocidad máxima a la que pueden circular es 45 km/h. independientemente de la vía.»
«Existe un problema de educación y de respeto. Además de esto, también hay una carencia de base en cuanto a formación y conocimientos sobre las normas.» Eugenio Martín
«Debemos conocer nuestras normas y las de los demás, para adecuar nuestro comportamiento a cada situación. Algo que muchos conductores desconocen es que cuando encuentran a un ciclista en la vía en un tramo con línea continua pueden rebasar esta línea para adelantarle. Esta maniobra sólo se realizará cuando no existan riesgos añadidos -evidentemente primarán normas como que si no hay visibilidad suficiente no se adelantará-. De este modo, al adelantar al ciclista el conductor puede asegurarse de que cumple con la distancia lateral de 1,50 metros. Muchas veces la situación de riesgo puede derivarse de esta falsa idea de que no se puede pisar la línea continua en el adelantamiento de los ciclistas.»
«Por otra parte, los ciclistas deben saber que no es lo mismo circular en grupo que circular en pelotón. Lo correcto, cuando no se participa en una competición autorizada, es circular en fila como máximo de ‘a dos’.»