Saber cómo conducir de manera segura ante lluvia, viento, niebla o nieve puede evitar que suframos un accidente ante las inclemencias meteorológicas propias del otoño e del invierno.
La importancia de saber conducir de manera segura en otoño e invierno
Aunque este otoño está siendo atípico, y todavía no ha llovido a penas -lo que es bastante preocupante de cara al medio ambiente- estamos ya en pleno otoño y a partir de ahora podemos toparnos en cualquier momento con una situación ‘crítica’ en la carretera. Desde una tromba de agua inesperada, nieblas muy espesas -sobre todo a primeras horas de la mañana-, tormentas hasta las típicas nevadas invernales.
Por ello compartimos un par de infografías con una serie de claves que consideramos importante difundir de cara a la prevención de accidentes.
Inclemencias que afectan a la conducción
Las inclemencias meteorológicas que mayor peligro causan a la hora de conducir son la lluvia, la niebla, el viento fuerte, la nieve y el granizo, en este orden. Quizá te sorprenda el orden, pero tiene sentido: aunque la nieve, por ejemplo, pueda tener un peligro potencial mayor que la lluvia, los días de nieve son muchos menos que los de lluvia.
- Conducir con lluvia: es importante encender las luces, mantener los cristales desempañados, aumentar la distancia de seguridad, reducir la velocidad, evitar movimientos bruscos como dar volantazos o frenar de golpe al acercarse a un charco, etc.
- Conducir con viento: es importante tratar de mantener la estabilidad en la conducción, sujetando el volante con fuerza, haciendo una ligera presión en el sentido contrario al viento, tener cuidado al adelantar camiones o salir de un túnel, y tomar como referencia de la intensidad del viento la vegetación o las banderas de viento, etc.
Los siguientes consejos generales sirven para todas estas inclemencias: reducir la velocidad, aumentar la distancia de seguridad, revisar los neumáticos periódicamente, evitar frenazos bruscos, llevar las luces encendidas, revisar los sistemas de ventilación para desempañar cristales y llevar cadenas por si acaso.
- Conducir con niebla: lo importante es hacerse ver, circulando con las luces correspondientes, por el lado derecho a baja velocidad, evitando los frenazos y parando el vehículo si es necesario para continuar la marcha con seguridad.
- Conducir con nieve: una forma de evitar patinazos consiste en seguir las rodadas de otros vehículos, acelerar y frenar con suavidad, usar marchas largas, y como siempre, reducir la velocidad al tiempo que aumentamos la distancia de seguridad.
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