Durante el invierno solemos acudir a zonas de nieve donde la conducción resulta especialmente complicada. En este sentido y debido a la complejidad de conducir sobre este terreno, hacemos un repaso por algunos consejos fundamentales para evitar accidentes.

La plataforma internacional AutoScout24 ha recogido una serie de técnicas para evitar la pérdida de control del vehículo. En primer lugar, se recomienda ir en marchas largas. En condiciones de nieve, circular en marchas largas es fundamental, incluso en la arrancada. De este modo, se evita que las ruedas motrices patinen más de la cuenta por el exceso de fuerza. En marcha, conviene conducir en un régimen de revoluciones bajo pero sin forzar el motor.

Las prisas son malas consejeras cuando nieva y pueden llevar a cometer más errores al volante. Es por ello que conviene conducir relajado, sin dar volantazos ni adelantando sin necesidad. De hecho, es aconsejable seguir la estela de la rodadura del coche precedente en busca de mayor tracción. Otra recomendación es no dar frenazos bruscos, sino pisar el pedal con suavidad y de forma progresiva. Y, en caso de perder el control del vehículo, lo mejor es tratar de recuperarlo con el volante sin interacción del freno o del acelerador.

Es fundamental ser visto por los demás conductores y, en plena nevada, no es fácil destacar en carretera por lo que siempre hay que llevar conectadas las luces de cruce. Incluso, si el temporal arrecia y las condiciones de visibilidad disminuyen aún más, conviene echar mano de las luces antiniebla. La visibilidad del propio conductor también es de gran importancia y para ello tener las escobillas del limpiaparabrisas en perfecto estado son de gran ayuda. Lo mismo sucede con la climatización, y evitar que el coche se empañe. Se debe accionar el aire acondicionado y al mismo tiempo elegir una temperatura elevada, en torno a 22º.

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Hay que estar prevenido. Por ello, hay que procurar llevar el depósito de combustible lleno, porque frente a un atasco es la única manera de poder accionar la calefacción. Al mismo tiempo, es fundamental llevar la batería del móvil cargada o, en su defecto, llevar en la guantera un cable de carga para conectar al USB, siempre y cuando el vehículo esté equipado con él.

Si conducir con nieve es complicado, más lo es cuando hay placas de hielo en la carretera. En estos casos se aconseja no frenar, sobre todo si el vehículo no tiene ABS. Además, si se acelera muy fuerte se puede producir un sobreviraje (cuando se bloquean las ruedas traseras) o un subviraje (cuando se deslizan las delanteras). Lo idóneo siempre en esta situación es mantener una velocidad constante hasta salir de la placa de hielo.

Las cadenas no deben faltar en ningún viaje donde la nieve sea el destino final o parte del trayecto. De hecho, y según las condiciones, puede ser obligatorio circular con ellas, por lo que no deben faltar nunca en la lista de preparativos antes de partir. Por otra parte, si la nieve es asidua en el día a día una buena opción es montar neumáticos de invierno, siempre y cuando haya menos de 7º de temperatura, pues por encima de este umbral la cubierta pierde prestaciones.

 

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