Cómo explicar aquello que resulta complejo pero vital para poder continuar. El tejido empresarial; el motor que mueve la sociedad y que hace posible que todo funcione tiene filtros, opacidades; se cometen errores empresariales que plantean sus debilidades y conlleva la fuga profesional . Hoy en el post de Fundtrafic entrevistamos a Juan Pedro Sánchez, experto en salud ocupacional positiva e inteligencia emocional.
El error a través del estudio psicológico
Juan Pedro Sánchez lleva vinculado al mundo de la empresa más de un cuarto de siglo. Podría decirse que es un profesional multitasking; desarrollando labores de comercial, gerente de ventas o desempeñando uno de los puestos más comprometidos y delicados, como es el de gestor de personas.
Su capacidad le ha llevado también a licenciarse en Psicología y a especializarse en la Inteligencia emocional. En Fundtrafic queremos conocer más y mejor qué niveles de salud emocional tiene el panorama empresarial español; y quién mejor que nuestro entrevistado para guiarnos por los recovecos en los que a día de hoy las organizaciones flaquean.
Carencias de los líderes
La motivación, la profesionalidad, el salario emocional, la actitud o la presión en positivo son conceptos que no paran de salir a la palestra especialmente en los foros de salud laboral.
Hace tan solo una semana el Instituto de Seguridad, Salud y Bienestar reconocía las buenas prácticas de diez empresas en materia de salud y bienestar. A pesar del auge de estos programas emprendedores en las organizaciones aún queda un largo camino por recorrer.
Juan Pedro Sánchez señala «una de las carencias que tienen los líderes empresariales serían las competencias socio- emocionales».
Afortunadamente hay cada vez más excepciones que demuestran la gran ventaja competitiva que es integrar y complementar las competencias racionales o técnicas con las emocionales. Es difícil generalizar, pero nuestros líderes van sobrados de competencias técnicas pero muestran carencias en las competencias socio-emocionales.
Huida del talento
Existen cientos, miles de empresas que son ejemplo para otras muchas pero todas hacen balance y limpian todo el polvo que va surgiendo dentro de casa y porque de los errores se aprende, Sánchez nos señala como punto flaco la comunicación interna.
Entre los errores típicos se encontraría la comunicación interna, por escasa y ambigua. También la creencia de que se toman decisiones en base a la lógica o a la razón. La economía conductual ha demostrado que tomamos decisiones en base a la emoción y después tratamos de racionalizar nuestra decisión.
Psicología aplicada al éxito empresarial
Entender al hombre, la complejidad de la mente y su toma de decisiones, y más en el ámbito laboral, es harto complicado. El psicólogo Sánchez resalta que la «psicología está unida a las personas, y si las empresas son las personas que las componen, podemos aplicar que la psicología está unida al éxito laboral».
Apostar por ella e invertir en psicología dentro de las organizaciones es tan básico como hacerlo en otras áreas que está demostrado que funciona.
La recompensa de aplicar las investigaciones de la psicología en el ámbito laboral está más que demostrada. Queda un camino de madurar su integración en los modelos y estrategias de negocio con la misma naturalidad con la que invertimos en tecnología y marketing.
Cuatro modelos de salarios
A pesar de los intentos que están desarrollando las empresas por condensar el talento, es un largo camino el que queda por recorrer en esta materia porque a pesar de los esfuerzos, muchos empleados o empleadas deciden irse de sus trabajos por diversos motivos.
Según Juan Pedro Sánchez existen 4 tipos de salarios:
Un trabajador/a se marcha por la mala calidad de alguno de los cuatro salarios, especialmente en el económico, el emocional o la intelectual. Si el salario económico está bien resuelto, un trabajador se marchará por una mala relación con su jefe directo o porque no crece profesionalmente.
Si recibe una oferta económica de otra empresa es posible que se marche, pero si los demás salarios son excelentes será difícil que abandone la empresa.
El principal problema para una organización que no tiene resueltos estos 4 salarios es que habitualmente son los mejores trabajadores los que se marchan, y si se queda alguno, se termina quemando porque se sobrecarga con el trabajo de los demás, a menudo por el mismo salario.
Hace meses que en Fundtrafic hablábamos de salario emocional y evidentemente los trabajadores/as no viven de la bondad de las empresas pero como bien señala Sánchez «si el salario económico está resuelto adecuadamente el emocional potencia el económico, sin sustituirle».
Dependiendo de cada empleado/a el salario emocional «puede hacer perdurar un poco más la relación contractual formal, pero se terminará rompiendo por las necesidades materiales.
Entre en escena otros dos salarios: el intelectual y que Sánchez subraya como el «proporcionador de crecimiento profesional, experiencia y conocimientos» y el espiritual que «proporciona un sentido una vez satisfechas el resto de necesidades reforzando el orgullo de pertenencia a la empresa por parte del trabajador».
La motivación el motor de arranque
Detrás de cada uno de los salarios se halla la motivación y para ello las empresas deben apostar por una transparencia total, basada en la confianza haciendo aún más agradable el clima de trabajo.
Esto, según nuestro entrevistado puede «amortiguar el impacto de una base económica limitada». Al final la balanza de los empleados de una empresa está compuesta por distintos factores, no sólo el económico. Contar con un buen clima de trabajo con confianza entre el grupo de trabajo y con el jefe requiere de actitud y aptitud.
Un líder que no escucha o tiene mensajes dispersos no es un líder, es más bien un jefe. Los mensajes dispersos deterioran la confianza del equipo, tanto con el jefe como entre los compañeros. Sin confianza es muy difícil, por no decir imposible, llevar un proyecto adelante con éxito.
Capacidad de comunicar bien
El don de la palabra está cotizado en el mundo profesional, y cómo señala Sánchez, impacta en el bienestar de las personas que forman parte de las organizaciones. Educar tanto a líderes empresariales como al resto de profesionales, modifica conductas y mejora los resultados de las empresas.
El impacto del lenguaje en el comportamiento de las personas está evidentemente probado. Las palabras son un arma de doble filo. Pueden contribuir a la mediación, al bienestar y a la colaboración o a la desmotivación, al malestar y la lucha o huida. Influyen en la salud física,en el sistema neurológico y el cardiovascular.
El aspecto económico interesa a todas las partes, tanto a las empresas como a los profesionales; y en verdad los resultados económicos son vitales para que la empresa sea sostenible. Conseguir involucrar a todo un equipo requiere que «tanto empresa y trabajador desarrollen la responsabilidad de generar y mantener climas de confianza y entornos que satisfagan necesidades mutuas y faciliten un bienestar sostenible».