Fundtrafic presente en la gran fiesta de aniversario del Circuito del Jarama inundándose de su espíritu histórico e ilusionante.
Lleno histórico en el Circuito del Jarama por su medio siglo de vida
Medio siglo de competiciones, del rugir de los motores, de adelantamientos y de muchos muchos cambios de neumáticos requieren de una fiesta mayúscula. El cincuenta aniversario del Circuito del Jarama se celebra por todo y para ello el homenajeado ha montado un eventazo ineludible bajo el nombre Renault Passion Experience Espíritu Jarama. Una cita para todos los amantes del motor que han podido entregarse a su pasión acompañado de toda la familia.
La cita ha tenido muchos atractivos, desde conocer de primera mano cómo cambiar unas ruedas en el Pit Stop a soltar toda la adrenalina probando la nueva gama de vehículos Renault acompañados de un equipo de pilotos profesionales. No hubo una actividad estrella, todas se convirtieron en punto de reunión, de conversación, de experiencia. Las dos más solicitadas, quizás los test drive en pista, que enseñaron a los que disfrutaron de la experiencia, nuevas técnicas de conducción. Un goteo de actividades para niños y mayores para dejar huella de lo que significa el Espíritu Jarama.
Fundtrafic se suma a la celebración con un gigante Family Day
Los más pequeños también tuvieron su espacio en la Renault Passion Experience del Jarama. Comenzaron su periplo en el circuito colocándose las gafas de simulación y con ellas se pudieron hacer una idea de lo que supone conducir bajo los efectos del alcohol o bajo los efectos de las drogas. Uno perdía la referencia, la capacidad de visualizar con claridad lo que uno tiene delante de sus narices. No era nada fácil sobrepasar tres conos y ya ni hablamos el hecho de encastar una canasta. Daba igual que fuera un menor o un adulto quien hacía la prueba, todos fallamos. Desde Fundtrafic insisten que la prevención es la única vía para lograr resultados: reducir el número de accidentes en carretera.
Juegos, pintacaras, simuladores y mucha educación vial
La fundación Fundtrafic estuvo presente en la celebración con simuladores de conducción de moto y coche. La velocidad no es ningún juego; en la carpa durante estos dos días no había dudas a la hora de coger el volante y ponerse los pies en los pedales. El conductor delante de la pantalla tenía que afrontar cualquier cambio meteorológico y cualquier imprevisto. Reaccionar resulta harto complicado para cualquier conductor, experimentado o no. Este tipo de actividades hace ver a los conductores que la seguridad nunca es suficiente, ser precavido nunca tiene un tope, porque cualquier circunstancia que nos surja puede condicionar nuestra conducción.
Educando desde el juego
El circuito de Jarama también acercó la educación vial a los niños y niñas mediante un parque de seguridad vial. Los más peques aprendieron a reconocer las señales, a cruzar el paso de peatones y muy en especial que conducir, aunque sea una bici requiere de un casco porque es un elemento de seguridad que sirve para su protección. En definitiva, educar a los niños es apostar por la seguridad, apoyar valores mediante temáticas de educación. Lo vimos en el circuito de respeto a la diversidad, sensibilizándoles a nivel general y particular. Se sentaron en sillas de rueda, intentaron manejarse con ellas o esquivar obstáculos. Una manera de eliminar barreras entre las personas fomentando la empatía con personas con discapacidad motora. En otra de las carpas, los más chiquitines podían pasar por el pintacaras, jugar sobre alfombras, reptar por un cilindro con bolas de colores o saltar hasta lo más alto en el castillo hinchable. Los padres estaban seguros en el recinto con sus hijos felices, disfrutando del día que había diseñado el Circuito El Jarama para la celebración. Estas actividades forman parte del programa KidsTrafic que Fundtrafic diseña a la media de las empresas, entidades que buscan generar acciones para sus empleados ligados a programas de Responsabilidad Social Corporativa, generando valor de marca y por ende a la sociedad.
Un fin de fiesta con récord incluido
Los foodtrucks junto con las colecciones de coches antiguos, las motos legendarias, un carrusel sacado de un cuento de hadas, la música en directo y las clases improvisadas, el taller de circo y sobre todo las exhibiciones en la pista de los monoplazas y de los vehículos antiguos lograron mantener la expectativa durante los dos días entre los asistentes. Una fiesta que cerraba con uno de los momentazos del fin de semana, el nuevo récord de vuelta al Circuito del Jarama a manos del holandés Klaas Zwart, el dueño de Ascari Race Resort y gran coleccionista de coches. No fue nada fácil, lo lograba con el Jaguar R5 de Fórmula 1 del año 2004 con un tiempo de 1´16´´994. Un fin de fiesta que lograba el contento generalizado con el viaje en el tiempo a través del motor y de las infinitas actividades que el circuito había montado para soplar su vela número 50. Enhorabuena y os deseamos otro medio siglo con tanta fuerza como hasta ahora.