Entre el 31 de diciembre y el domingo 3 de enero,  la Dirección General de Tráfico pone en marcha la 2ª fase del  dispositivo especial de Navidad 2015-2016 para regular, vigilar y dar seguridad a los 13,6 millones de desplazamientos previstos por carretera durante estas fechas. En esta 2ª fase se prevén 3.450.000 desplazamientos por carretera. Se intensificará la vigilancia en carreteras convencionales con controles de velocidad y alcohol y drogas.

La coincidencia de estos días con las fiestas navideñas, celebraciones familiares y vacaciones escolares y universitarias originan un aumento significativo en el número de desplazamientos, tanto de corto como de largo recorrido, cuyos destinos principales son zonas de montaña para la práctica de deportes de invierno; lugares de segunda residencia, áreas de grandes centros comerciales y zonas de atracción turística invernal.

La mayor densidad de circulación se prevé que se produzca durante la tarde de los miércoles 30 de diciembre. Asimismo, el jueves 31 de diciembre, la intensidad circulatoria será mayor durante la mañana. De regreso, el domingo, 3 de enero, también se prevé un incremento del tráfico por carretera.

La Dirección General de Tráfico, a través de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil (ATGC) está incrementando durante el periodo navideño la vigilancia en carreteras convencionales con controles integrales a los conductores que circulan por estas vías y que anualmente se cobran la vida de mil personas.

El objetivo de esta medida es detectar y apartar de la circulación a los conductores multi infractores, es decir, aquellos conductores que además de no respetar los límites de velocidad establecidos infringen otros preceptos de la seguridad vial. En los once primeros meses de año, 110.411 conductores han sido denunciados por cometer más de una infracción.

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Esta vigilancia integral parte de la realización de controles de velocidad con radares móviles que recorren de forma intensiva este tipo de vías y sobre todo los tramos calificados como de especial peligrosidad. Cuando un conductor es detectado cometiendo una infracción de exceso de velocidad, se le para e identifica. En el mismo momento, los agentes de la Agrupación le realizan, si lo estiman oportuno, las pruebas de detección de alcohol y drogas, así como la revisión de la documentación para comprobar que tanto el permiso de conducción, como  la inspección técnica y el seguro obligatorio del vehículo  se encuentran en regla. También comprueban que el estado general de mantenimiento del vehículo es el correcto para la circulación.

Esta vigilancia se hace a pie de carretera con 1.800 patrullas de agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y desde el aire con los 12 helicópteros de los que dispone la DGT, 8 de ellos equipados con el sistema radar Pegasus que detecta las infracciones a los límites de velocidad.