Cada año, más de 900 personas fallecen en accidente de tráfico ocurrido en carreteras convencionales. La Dirección General de Tráfico pone en marcha desde desde el 19 de octubre y hasta el domingo 25, una nueva campaña de vigilancia y control en carreteras secundarias, con el objetivo de conseguir comportamientos más seguros entre los conductores que circulen por estas carreteras y por lo tanto una reducción de accidentes en este tipo de vías.
Durante una semana, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, así como las policías locales y autonómicas que se sumen a la campaña, controlarán además de la velocidad, los adelantamientos indebidos, la conducción bajo los efectos del alcohol o drogas…, el uso correcto del casco, cinturón de seguridad y de los sistemas de retención infantil, la utilización del teléfono móvil, auriculares o manejo de navegadores, así como la documentación del vehículo y del conductor o cualquier otra infracción recogida en la normativa en materia de tráfico y seguridad vial. Además de la observación a pie de carretera, la vigilancia también se realizará desde el aire con los helicópteros de los que dispone la DGT, incluidos los Pegasus.
Como complemento a dicha vigilancia la DGT ha creado varias cuñas radiofónicas que se escucharán durante toda la semana en las distintas emisoras de radio. La idea es recordar a los conductores que las carreteras secundarias son las que mayor número de accidentes mortales registran y que el exceso de velocidad, las distracciones o la confianza de circular por ellas todos los días son algunas de las causas más comunes de los accidentes.
El pasado año fallecieron en carreteras convencionales 956 personas, lo que representa el 77% del total de víctimas mortales ocurridas en vías interurbanas, que ascendió a 1.241. Además, otras 3.843 personas resultaron heridas que requirieron ingreso hospitalario por accidentes ocurridos en estas vías.
Dichas carreteras suponen más del 90% del total de kilómetros de la red de carreteras, son las más peligrosas y las que representan una mayor siniestralidad, pese a que la densidad de tráfico que soportan es menor que en vías desdobladas como autopistas y autovías. Hay que destacar que cuatro de cada diez accidentes mortales ocurridos en carreteras convencionales son salida de vía y dos de cada diez colisiones frontales.